Antes de hablar de los diferentes problemas que nos podemos encontrar a la hora de hacer lactancia (sea directo o diferida) es importante entender correctamente la anatomía y el funcionamiento del pecho.
La apariencia externa del pecho no tiene relación con la cantidad de leche que puedes producir, o si será más fácil o más complicado establecer correctamente la lactancia. Todos los pechos, de todas las formas y tamaños, están diseñados para producir leche y poder alimentar completamente a tu hijo. Si no produces suficiente leche se deberá a un motivo externo y tendrás que consultar con tu médico, pero en ningún caso dependerá de que tengas los pechos más grandes o más pequeños.
En el interior de la mama, conectado a los pezones, encontramos los conductos galactóforos y los lóbulos. Estas glándulas son las encargadas de la producción de la leche, que viajará por los conductos galactóforos para salir a través del pezón.
Grietas
Las grietas son pequeñas heridas en el pezón, que pueden resultar dolorosas. En el caso de la lactancia directa, salen porque el bebé no se coge correctamente al pecho , sea por una mala colocación o por falta de movilidad en la lengua. Es importante consultar con una asesora de lactancia para corregir los problemas que están causando las grietas, ya que en caso de no hacerlo, la lactancia será dolorosa y además habrá el riesgo de sufrir alguna infección.
Con la lactancia diferida también pueden salir grietas. Normalmente se debe a utilizar un tamaño de embudo con el sacaleches que no se corresponde al pezón. También pueden salir por poner demasiado fuerte el sacaleches.
Para que se curen se recomienda primero resolver el problema que ha causado las grietas y tener los pechos al aire tanto como sea posible para que los pezones estén secos.
Evita limpiarte los pezones antes de cada toma o extracción. Los pezones se encuentran protegidos por una grasa natural que evita infecciones y otras enfermedades. Al limpiarlo, eliminamos esta capa protectora. Con que te duches una vez al día será suficiente para mantener una higiene correcta de los pechos y proteger la capa de grasa natural.
Obstrucción mamaria
Se trata de la obstrucción de algún conducto galactóforos causado por una proliferación bacteriana que obstruye el conducto . Sentirás dolor e inflamación en el pecho, normalmente en la parte superior que toca la axila. No va acompañado de fiebre, como mucho sufrirás un poco de febrícula (hasta 38ºC).
Para evitar las obstrucciones mamarias, se recomienda que tomes algún probiótico. Esto ayudará a la flora natural de tu pecho, que podrá combatir las infecciones bacterianas. Consulta con tu comadrona esta posibilidad.
Si utilizas un sacaleches, es muy importante que Regules bien la potencia de succión , ya que un exceso de fuerza puede producirte grietas y una obstrucción mamaria. No es cierto que a más succión, más producción de leche. Recuerda que la extracción de leche, al igual que dar el pecho, nunca debe ser dolorosa.
Una vez tienes la obstrucción mamaria es muy importante tomar el tiempo necesario para poder desobstruir . Cuando antes lo hagas, mejor, ya que sino cada vez te será más doloroso. Busca un momento y un espacio donde puedas estar tranquila. Comienza masajeando durante 5 o 10 minutos sobre la zona de la obstrucción, haciendo movimientos circulares en dirección al pecho.
Una vez hecho el masaje, si f as lactancia directa, hay diferentes posturas que pueden ayudarte a desobstruirlo. Coloca a tu bebé a mamar de manera que la barbilla quede justo encima o en dirección a la obstrucción. Esto se hace para que la zona de pecho que queda mejor drenada es la que queda situada bajo la barbilla del bebé. Por ejemplo, si la obstrucción es tocando en la axila, la posición será en rugby (el niño por debajo del brazo, sus pies salen por detrás de la espalda y su cabeza descansa sobre la mano). Si te queda una mano libre, date masajes en la zona en redondo y hacia el pezón mientras el bebé mama .
Otra postura que te puede ayudar es la posición a cuatro patas. No es la posición más cómoda para la madre pero el hecho de tener la gravedad a favor de la extracción te ayudará a aliviar el pecho. Pon al bebé tumbado en una superficie plana, como puede ser la cama, y colocate en posición de cuatro patas, de tal forma que el pezón quede justo por encima de él.
Si haces lactancia diferida, una vez realizado el masaje, haz la extracción de la forma habitual pero, continuando el masaje sobre la obstrucción de forma continuada , con movimientos circulares en dirección al pezón. Recuerda ajustar correctamente la potencia del sacaleches.
Si consigues desobstruir el conducto galactóforos, lo notarás inmediatamente. En caso de que no se haya desobstruido del todo, deberás volver a intentarlo la próxima toma o extracción.
Mastitis
Se trata de una obstrucción de un conducto galactóforos que se ha infectado. Aparte de dolor e inflamación en el pecho, produce fiebre (superior a 38ºC) y malestar general.
Absceso mamario
En algunos casos, cuando se sufre una mastitis y no se trata correctamente, puede suceder que el cuerpo trate de aislar las bacterias en una cápsula. Esto genera los abscesos.
El dolor en el pecho es mucho mayor que con la mastitis, la piel se muestra dura, tensa y brillante. Es posible que la madre ya no tenga fiebre y que, a pesar del dolor, se encuentre mejor de estado general.